14 de noviembre es el día mundial de la diabetes

14 de noviembre es el día mundial de la diabetes

Aumentar los niveles de actividad física como estrategia de enfrentamiento de la Diabetes Mellitus

El 14 de noviembre es el día mundial de la diabetes, una enfermedad muy prevalente en nuestro país, que se asocia a muchas complicaciones de la salud, razón por lo cual el Colegio de Kinesiólogos de Chile, quiere hacer un llamado a la prevención de esta enfermedad y sus complicaciones. Según la última Encuesta Nacional de Salud (ENS 2017) el 12,3% de la población padece Diabetes Mellitus, es decir que más 2 millones de personas ya están diagnosticados y la prevalencia va en aumento. La prevalencia de esta enfermedad, que es el número total de personas que la presentan, aumenta debido a los estilos de vida actual que favorecen los factores de riesgo asociados al desarrollo de ésta, como el sedentarismo, el aumento de peso y el desorden en patrones de alimentación. La era moderna se caracteriza por sobrenutrición crónica en la que se entrega una mezcla de combustibles a las células (mitocondrias) del cuerpo de manera incesante, generando una entrada continua que conduce a la acumulación en las mitocondrias, lo que favorece la generación de elementos dañinos que terminan con la enfermedad clínica. La resistencia a la insulina también puede desempeñar un papel principal en este efecto nocivo. El desequilibrio entre el suministro y el uso de la energía mitocondrial empeora con un estilo de vida sedentario. Las maniobras que restablecen el equilibrio energético en las mitocondrias activan vías que eliminan o reparan moléculas dañadas y restaura la plasticidad característica del metabolismo energético normal.

Las estrategias fácilmente disponibles para mantener el equilibrio energético en las mitocondrias incluyen ejercicio, diversas formas de restricción calórica y la administración de fármacos. Eduardo Tognarelli, Presidente del colegio de Kinesiólogos señala: debemos poner especial interés en el nivel de actividad física de nuestra población, si consideramos reportes científicos que señalan que existe una reducción progresiva durante el transcurso de vida del gasto energético después de la cuarta década de vida y especialmente desde la séptima década (Pontzer et al. Science 2021), que se encuentra en directa relación con la reducción del gato energético asociado a actividad física. Según investigaciones nacionales (Suárez-Reyes y colaboradores, 2022), las mujeres son quienes presentan los menores índices de actividad física, diferencia que comienza en la niñez, lo que además se relaciona con el nivel social. Los Niños que asisten las escuelas públicas, y especialmente las niñas, son el grupo más vulnerable al desarrollo de condiciones de riesgo para la salud relacionados con la sobrealimentación/obesidad, debido a su menor nivel de actividad física, concluyó uno de estos estudios. Si consideramos que una persona puede duplicar el consumo energético al dejar de ser sedentario, el aumentar los niveles de actividad física en la población debe ser una estrategia sanitaria que enfrente las preocupantes cifras de enfermedades crónicas no transmisibles, especialmente aquellas del grupo cardiometabólicas.

En la diabetes mellitus se recomienda realizar ejercicios especialmente de tipo aerobios, como caminar, correr, ciclismo o natación, pero actualmente el uso de ejercicios de resistencia con pequeñas cargas no está contraindicado en los diabéticos no complicados. Su práctica sistemática trae múltiples beneficios, entre los que se destaca la mejoría del control metabólico, así como el retraso en la aparición de enfermedades cardiovasculares y la mejoría en el bienestar y la calidad de vida. Además, en los no diabéticos puede ayudar a prevenir la enfermedad. La práctica de deportes extremos de alta peligrosidad no es recomendada en los pacientes con diabetes mellitus y realizar ejercicio no está exento de riesgos, en particular en aquellos con complicaciones, por lo que los programas de ejercicios conducidos por kinesiólogos entrega mayores niveles de seguridad para una práctica adecuadamente controlada por un profesional especialmente preparado para la correcta prescripción de las actividades, su intensidad y el enfrentamiento de posibles complicaciones durante su ejecución.

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